Estamos viviendo la cuarta revolución industrial, etapa marcada por la penetración de las redes sociales, la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología, el internet de las cosas, la computación cuántica, la biotecnología, la impresión 3D, los vehículos autónomos y las empresas en nuestro país cada vez mas expuestas a un mundo globalizado, deben ponerse a la par de las tendencias mundiales si quieren sobrevivir en un planeta exigente y demandante.
Y cuando hablamos de exigencia no sólo hablamos en términos de la solidez monetaria o de la viabilidad financiera de las empresas, estamos hablando de todos los flancos que a la humanidad ahora le está interesando: Compromiso social, responsabilidad con el medio ambiente, legalidad, entre otras.
Es por esto que cada vez se habla más de la necesidad de la transformación digital (TD) en las empresas. El reto es grande, pues se tiende a pensar que la TD es simplemente cambiar el papel por el computador o en poner en formatos web online las cosas que antes se hacían offline. Para trasegar el camino de la TD hay que tener en cuenta varios aspectos importantes que van mas allá que la falsa creencia de la simple “sistematización de procesos”.
El camino de la TD consta de varios puntos:
El primero y tal vez el mas importante es la reformulación de la misión y visión de la empresa. Esto se requiere pues desde el ADN se debe incluir esa nueva semilla que se espera que germine en un futuro próximo.
Segundo es definir los objetivos estratégicos de la empresa y dentro de estos objetivos tener en cuenta las herramientas tecnológicas a utilizar para lograrlos de manera más eficiente y óptima.
El tercer paso es incorporar nuevas formas de trabajo que optimicen los recursos de la empresa. En este punto cuando se habla de recursos estamos hablando de todos los recursos disponibles: Personal interno, contratistas, clientes, proveedores y hasta robots. Dentro de las formas de trabajo propuestas se recomienda montar un modelo dual de organización donde conviva el modelo jerárquico y el modelo redárquico.
El cuarto paso es iterar, revisar, mantener, corregir y seguir evolucionando.
Al final de todo este proceso, nos daremos cuenta que realmente la Transformación Digital es un cambio cultural, que debe ser liderado por todos altos mandos de las empresas (los llamados C-levels) y por la Gerencia. Es un error entonces pretender que la TD la lidere solamente el área de sistemas, pues esto supone un cambio total en la forma de pensar de la organización.
La TD al final del día es lo que nos define como organización, cómo interactuamos internamente entre los colaboradores, cómo nos comunicamos con nuestros clientes y con nuestros proveedores, cómo logramos que nuestros productos y servicios estén a la vanguardia no solo de la tecnología sino también del impacto social que ellos tengan; cómo logramos que los puestos de trabajo se multipliquen para los humanos pues encontramos nuevas necesidades que los robots y máquinas no pueden suplir.
En resumen la TD es todo un compendio de nuevas formas de hacer las cosas y en nuestro país tenemos un reto muy grande pues aún conservamos prácticas de la primera, segunda y tercera revolución industrial. El mundo sigue girando y cada vez lo hace más rápido, nuestra invitación desde Etairos es que nos unamos a esta tendencia, no por “moda” sino por una necesidad de evolucionar. Si quieres saber como podemos caminar este camino, no dudes en preguntarnos, de seguro juntos podemos resolver todas tus dudas.
Escrito por: Omarino Torres